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ISBN: 978-84-9879-067-2
296 páginas
1ª edición
Fecha de publicación: noviembre 2009
Encuadernado en Rústica
Dimensiones: 140 x 230 mm, peso 390 g
Materias: Historia de las ideas / Concepciones de la filosofía ; Teoría de la literatura / Estudios sobre autores
Este libro trata del origen, desarrollo y radicalización del compromiso político de María Zambrano en sus años de formación en tres periodos cruciales de la historia de España: la caída de la dictadura de Primo de Rivera, la segunda República y la guerra civil. Se reconstruye así el proceso que la llevó a tomar conciencia de la misión que a su juicio debían tener los intelectuales en España frente al avance de los fascismos en la Europa de entre-guerras y durante la guerra civil. Con este propósito se estudia la figura del intelectual en las tres primeras décadas del siglo XX, su función política y la valoración que esa figura tuvo en la esfera pública. María Zambrano se distingue en el conjunto de la intelectualidad de entreguerras por su incondicional compromiso con el pueblo y su implacable crítica de los intelectuales«neutrales», especialmente desde 1936 con la llegada al poder del llamado Frente Popular.
En las tres partes de las que consta el libro se analizan escritos representativos de la pensadora publicados entre 1928 y 1938 con el fin de esclarecer el significado de la contraposición que allí se manifiesta entre planteamientos de carácter político o social y reflexiones que apuntan a un sentimiento de signo espiritual relacionado con la indagación de una experiencia interior inefable. La contraposición de esos planos remite a un sentimiento trágico de escisión entre voluntad de compromiso en función de la justicia social y deseo de recogimiento interior en función de una verdad moral universal y trascendente.
La autora sugiere que la razón poética, que germina en conexión con un anhelo místico de unión con el pueblo, fue pensada por María Zambrano como sutura dela escisión anterior. Desde una comprensión de lo místico como «distanciamiento no relativo, sino radical de sí mismo», se esclarece la honestidad intelectual y la naturaleza ética de su compromiso político. La revolución del pueblo tuvo para ella alcance metafísico, pues pensaba que se luchaba con espíritu de «santidad» por la justicia y dignidad del hombre. En el epílogo del libro se cuestiona en qué medida la radicalidad de ese compromiso responde a la «relatividad de lo absoluto» que Zambrano afirmó haber buscado siempre «para vivir y para pensar».